Es el emblemático plato húngaro que se conoce en todo el mundo.
La palabra “gulya” en húngaro significa “ganado” vacuno, y “gulyás” son los pastores que cuidaban del ganado en la Gran Llanura Húngara (Nagy Alföld). Los pastores solían preparar estos platos en el campo en un caldero de hierro (llamado “bogrács”) puesto encima del fuego.
El caldero y los demás ingredientes se llevaban encima. Son platos potentes pero fáciles de elaborar, aunque requieren un tiempo para la cocción de la carne.
Sin embargo hay que estar muy pendiente para que no se queme
¡Comencemos!
Preparación: 20 minutos
Cocción: 90-150 minutos
Cantidad: 6 personas
Dificultad: Media
Ingredientes:
800-1000 g de carne de res
2 cebollas grandes
3-4 cucharadas de aceite (Si quieres hacer la receta original usa manteca)
1 Tomate
1 Pimiento
Sal, pimienta, paprika Catarino's
4-6 dientes de Ajo
Agua
Opcional: Comino en polvo, vino tinto
Preparación:
Picamos las cebollas, calentamos en una olla la manteca o el aceite y le echamos la cebolla picada. Limpiamos y cortamos la carne en trozos medianos y añadimos a la cebolla. A fuego medio “asamos” (como hemos explicado más arriba) con cuidado de que no se queme. Luego le añadimos 2-3 cucharaditas de paprika y un poco de agua o vino tinto. Salpimentamos a nuestro gusto, y le echamos una cucharadita de comino en polvo (opcional). Cocinamos a fuego medio moviéndolo de vez en cuando.
Cortamos el tomate y el pimiento en trozos muy pequeños, picamos los ajos y añadimos al guiso cuando la carne está medio hecha. Desde este momento hay que tener aun más cuidado de que no se pegue el guiso (moviéndolo más a menudo y añadiéndole líquido poco a poco). Desde este momento, en unos 40 minutos estará listo el guiso, es decir cuando la carne esté blanda y las verduras se disuelvan totalmente en el guiso, dejando una textura homogénea y cremosa.
¡Qué disfrutes!